Esta mañana, cuando me dirigía a trabajar, he seguido la rutina de todos los días. He bajado al garaje, he cogido el coche, lo he puesto en marcha, y... salida hacia la carretera. El trayecto que realizo me lleva más o menos un tiempo de una media hora. Pero lo curioso es que, durante ese tiempo, me gusta mirar y no sólo conducir. Salgo con la oscuridad, la noche cerrada, pero se empieza a ver un atisbo de luz... Intuyo que pronto va a salir el sol. Sigo mi camino, despacio y con tranquilidad. Escasamente unos minutos después, el cielo se vuelve en un tono rojizo... y yo voy hacia allí. Es inmenso. Miro a mi derecha, todavía no se vislumbra el horizonte. Miro a mi izquierda, el perfil de la sierra marca su dominio, "Yo soy la montaña y hasta aqui vas a llegar". Miro al frente...y pienso "os veo a tod@s ", sigo mirando profundamente, una leve sonrisa sale de mi cara, y continúo "me hubiera gustado más teneros aquí conmigo en este lado, pero me conformaré con veros allí en el horizonte" ... Hoy, no sé porqué, el amanecer me ha recordado a personas que quiero y ya no están. Pero cada amanecer es diferente, y cada uno me dice algo distinto, desde el inicio de algunas palabras que tal vez formen una frase o un poema, hasta simplemente el suspiro silencioso, buscando calma y serenidad.
La foto corresponde a otro amanecer, no es el de hoy, pero éste también lo vi en mi camino y me sirve de ejemplo...
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