jueves, 21 de junio de 2012

Cansancio

   Hoy quiero comentaros algo sobre el cansancio. Imaginad una persona que lleva muchos años practicando su deporte favorito. En este caso voy a elegir el atletismo, pero podría ser cualquier otro como baloncesto, judo, natación, montañismo, vela... y un largo etcétera. De repente, aquellos entrenamientos que solía hacer sin dificultad, con ilusión y mucho ánimo, ahora le cuestan trabajo y esfuerzo. Y se pregunta :"¿qué me está pasando?". No entiende cómo ante aquella carrera que intentaba mejorar día a día, ahora le supone un gran esfuerzo, gastando energías en sí mismo, para no perder la motivación.
   Decide darse un tiempo de reposo. Sin embargo, pasan los días, las semanas... Sigue sin encontrarse a sí mismo. ¿ Será cansancio psicológico? Tal vez, pero físicamente se encuentra bien. El cuerpo le responde a los esfuerzos. Sin embargo, se da cuenta que ha perdido esa ilusión con la que entrenaba.
De nuevo, le asaltan las preguntas:"Será la edad? No, no puede ser. Estoy en la edad de los treinta, y soy todavía muy joven para este deporte."
   Un  día, volviendo a su casa después de pasar un fin de semana fuera, decidió no hacerse más preguntas. Se concedería ese descanso que la mente le pedía, sin poner fechas, sin exigirse, sin tener que entrenar por mantener el cuerpo (filosofía de vida de hoy) en unas condiciones aceptables. Ama su deporte, pero con eso no es suficiente.
   A veces, en la vida, tenemos nuestros momentos de debilidad, incluso en nuestras grandes pasiones encontramos que nos cansamos, que nos falta motivación, energía, ilusión. No comprendemos cómo algo que llevamos haciendo toda la vida, que siempre nos ha llenado, ahora nos cuesta tanto trabajo hacerlo. Sí, este es el cansancio del que os quería hablar. Pero no es malo tenerlo, no es un drama, no hay que hundirse por ello. Aceptémoslo, concedámonos ese espacio que nos pide el alma, ese reposar, ese parar y mirar para contemplar. Sin decisiones. Sin límite de tiempo.

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