sábado, 20 de marzo de 2010

La sensación de leer.


"Cuando lees algo, buscas algo en esa lectura"


¿Alguna vez has tenido la sensación de que leer te suponga un esfuerzo? Me refiero a la lectura placentera, no a la lectura de libros de estudio y otros temas. Generalmente cuando elegimos un libro para leer, de alguna manera debe atraernos, bien sea porque el tema nos interesa, bien sea porque nos lo ha recomendado un amigo, bien sea por el simple deseo de leer...
Luego te encuentras que, quizá el libro que te recomendaron no ha resultado de tu agrado, porque te ha parecido aburrido o  monótono, o porque es muy denso, o porque a ti no ha conseguido engancharte... También puede ocurrir que no lo termines. Hay múltiples razones por las que no se puede acabar de leer un libro. No hay que sentirse obligado a terminarlo. Tal vez no sea el momento de leerlo, quizá más adelante o tal vez nunca.
¿ Y alguna vez has perdido las ganas de leer? Si, simplemente que no te apetece, o tal vez sientas la sensación de no poder hacerlo. Al principio puede que te preocupe ya que, ni siquiera los temas que te interesan como  los periódicos que ojeas, las revistas, los semanales, etc. son capaces de provocarte esa curiosidad, o ese afan que tenias por los mismos antes de perder las ganas de leer. Lo intentas en varias ocasiones pero ves que no lo consigues. Te preguntas ¿qué me está pasando? ¿Estaré enfermo?
Supongo que también puede pasar que tengas épocas en las que no leas nada, es decir, que te pases, por ejemplo, seis meses sin leer nada, y luego de repente, todo de golpe, lees veinte o treinta libros, sin contar prensa, revistas, ordenador, etc.
También está la opción de que te quedes encantado con lo que has leido, de tal forma que ha despertado en ti algo que no sabías que tenías.
Y para finalizar, ¿cuántas veces has repetido una lectura? Este libro lo has leido dos veces, este artículo vale la pena leerlo y releerlo... Esta situación pienso que es la que menos se produce, pero creo que todos tenemos algo que hemos leido más de una vez y de dos, y no nos cansamos nunca de leerlo, y cuantas más veces lo lees, más cosas descubres.


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